Foro sobre Autonomía Urbana*

08.04.2017 10:00

Brigada de Salud Sonia Ribeiro

 

¿En dónde nos quedamos? ¿Qué nos arrebataron?

 

Un joven indígena se va de su comunidad a estudiar a la ciudad, y años después al regresar a su pueblo con estudios universitarios las personas de su comunidad lo reciben muy contentas y orgullosas, pero su padre no se ve así; al preguntarle el porqué de su reacción, él dijo: es lamentable que mi hijo haya ido a la ciudad a aprender y solo desaprendió, hasta se olvidó de quién era.

 

1 ¿Cómo entienden si ejercen la autonomía en el contexto urbano?

Entendemos que hacemos nuestro el ejercicio de la autonomía al rescatar, aprender, así como a trabajar y apropiarnos de los conocimientos terapéuticos arrebatados en el contexto urbano por más de 500 años de sometimiento colonial. Las resistencias siempre han sido por recuperar lo que el Estado nos ha quitado. En nuestro caso ejercemos la autonomía, a través de un sistema de salud comunitario llevado a cabo en espacios solidarios o consultorios populares autogestivos, considerando a las personas como sujetos sociales con sus propios valores y decisiones y con el derecho de vivir bajo sus propias formas de organización; el sistema terapéutico acompaña a los colectivos o comunidades en lucha, resistencia y construcción de la dignidad humana porque sabemos que existen enfermedades de clases sociales y que los tratamientos, hospitales y médicos nos ven como objetos ajenos a nuestro cuerpo, pero además son costosas.

Nuestra apuesta no es ver por una enfermedad sino reconocer su origen y trabajar por amor a la vida y no por temor a la muerte, en un sentido de transformación social donde el individuo y las colectividades se vuelven responsables de su propio proceso curativo, retomando los saberes populares, las medicina ancestral y haciendo convergencia con las técnicas modernas, para de este modo colocamos como trabajadores de la salud, en una relación horizontal basada en la empatía y el acompañamiento solidario y respetuoso; apostamos trabajar constantemente para devolver a los colectivos, comunidades e individuos la confianza de que pueden tomar en sus manos el cuidado de su cuerpo y de su integridad, y con ello de su vida, sin entregarlo a un sistema de salud deshumanizado, denigrante, elitista y que atenta contra la dignidad humana.

2 ¿Cómo articulan su proceso autonómico con la colonia o barrio donde trabajan?

Una de las principales articulaciones en la práctica terapéutica que ejercemos es dejar claro que que nuestra práctica no es asistencialista, que el planteamiento de salud que ofrecemos, es ser facilitador para que cada uno, tome conciencia al reconocer e identificar los recursos que como persona tiene, y comprender lo que sucede en su barrio, comunidad o colonia y quiera cambiar la situación en la que vive.

La propuesta es compartir los conocimientos a compañeros o personas, que se interesen y estén de acuerdo para comprometerse a llevar un proceso terapéutico y que tengan como compromiso reproducir en su comunidad, organización o colectivo, respetando el principio que hemos asumido de responsabilidad con el otro, en donde lo que aplicamos en los otros ya paso por nuestro cuerpo y nuestra experiencia.

3 ¿Qué dificultades han encontrado en el camino y como los han afrontado?

Una constante que hemos observado y que representa una dificultad para la construcción de procesos autónomos en el área de la salud, es la apropiación que el Estado hace de nuestro cuerpo en todo el sentido de la palabra; esto implica el control que el capitalismo genera de nuestros raciocinios, instintos, emociones y sentimientos, desintegrando los lazos comunitarios, rompiendo el tejido social, visible principalmente en las ciudades, donde hemos perdido habilidad para identificar hasta donde ya están instaurados nuestras prácticas individualistas en nuestros cuerpos y nuestros pensamientos. Un ejemplo de ello, es pensar que sólo puedes adquirir conocimientos sobre terapéutica y medicina en las universidades y que sólo las puedes validar si trabajas en un hospital.

En este sentido, el ejercicio de formación desde la perspectiva de la Brigada de Salud “Sonia Ribeiro” ha sido, integrando a compañeros que en su proceso de acompañamiento terapéutico comprenden que la salud está en sus manos, porque han logrado salir adelante al resolver la situación por la cual llegaron, estos compañeros al resolver sus situaciones a través de las técnicas terapéuticas y de la reflexión de sus recursos intelectuales, han demostrado ser los más comprometidos y empáticos para acompañamiento otros procesos.

Otra dificultad es la compartición de conocimientos con otros colectivos, nos hace falta una red de articulación que permita organizarnos para conformar nuevas brigadas de salud en diversos barrios y colonias populares, aunado a esto están los pocos recursos económicos con que contamos para solventar la infraestructura que se necesita.

4 ¿Qué consideran que se necesita para la construcción de la autonomía en el contexto urbano?

Asumir conjuntamente un trabajo comunitario constante junto a las clases dominadas, explotadas, excluidas, despojadas y reprimidas y escucharnos para profundizar entre nosotras y nosotros una nueva práctica social, que permita la transformación de una nueva ciencia popular, que venga desde abajo desmitificando que el conocimiento sólo se genera en las instituciones académicas o universitarias que se apropian de dicho conocimiento y que desvalida en muchos casos los saberes populares que han nacido de la experiencia directa y de la aguda y paciente observación de la realidad cotidiana que durante siglos han afrontado los barrios, colonias populares y pueblos originarios.

Hacer crecer el movimiento de salud compartiendo los conocimientos, articulando con las diferentes colectividades y personas afines una red de apoyo mutuo, y perfilando un sistema de salud autónomo y autogestivo, basado en lo que necesitamos a partir de nuestras experiencias.

5 ¿Cómo organizarse para enfrentar los embates del estado y el capital de manera autónoma?

En esta práctica terapéutica, la Brigada está organizándose en una constante evaluación del nosotras, nosotros, sin juzgarnos, sin interpretar, de respetar y ser respetado aun en la diferencia, en donde nuestro cuerpo se trabaja constantemente para organiza sus ideas, integrando al cuerpo como un sistema que se puede formar social y políticamente sin anteponer lo personal, sin querer imponer, y sabiendo también que podemos ceder a una propuesta y comprender que cuando nuestra palabra la retoma el colectivo ya no nos pertenece pero se hace más grande; del ejercicio de hacer crecer las decisiones sobre lo común, para seguir abrazando el nosotras, nosotros. Como trabajadoras y trabajadores de la salud le apostamos a una transformación para ser mejores como seres humanos a partir de aceptar la crítica y autocrítica.

Caminando con la Brigada Sonia Ribeiro en esta propuesta de Salud en manos del pueblo, enlazamos diferentes formas de vida que nos permiten acompañar los procesos personales y sociales desde donde se encuentran inmersos los consultantes, y de este modo comprendemos la realidad de ese barrio o colonia, desaprendiendo la visión individualista y vinculando con más fuerza y valor, puentes solidos de las identidades que permitan comprender que solos no podremos caminar y cambiar las situaciones que nos afectan a todos.

Nos reconocemos como parte de colectividades diferentes pero indispensables para devolverle a la palabra su valor y dignificar nuestro trabajo, porque somos trabajadores en la constante  construcción del nosotros y de esta práctica depende la duración y existencia de nuestros proyectos autogestivos.

 

 

Nosotros estamos aquí y abrazamos este foro, decidimos seguir caminando no para rendir cuentas, no para juzgar los procesos políticos de cada uno.

Si para reconocer los esfuerzos que tienen las diferentes colectividades así como los pueblos originarios, con esa fuerza que los mantiene vivos, rebeldes, que resisten y se organizan y que es un honor seguir caminando a su lado, y ser uno más para la construcción de nuevas relaciones sociales de reencontrar una palabra más suave, de respeto a lo diferente, de rearticularnos a ese campo fértil alternativo que somos los de abajo y a la izquierda.

Nos hemos mirado para reconocernos y seguir intentando la posibilidad de formas diferentes que nos lleven juntas y juntos a luchar por la  transformación de este sistema.

Nos reconocemos en nuestra parte indígena, porque está en juego la continuidad de los pueblos originarios y la existencia de nuestras culturas.

 

Foro Autonomía Urbana, Iztapalapa, 8 de abril de 2017.